De nada sirve luchar con las palabras para expresar lo que está más allá de las palabras.
Nisagardatta Maharaj
Expresar lo inefable es tarea peligrosa. La parte que expresa y lo expresado son el mismo agua, salvo porque, al contenerse aparentemente en objetos de forma variada, se percibe como el continente olvidando lo esencial del contenido. Así surge la diferenciación y el saber más y mejor.
Un vaso se siente grande ante un dedal pero pequeño ante una olla, aunque todos contengan la misma agua.
Es así que al escribir, hablar o expresar, dejando pasar el agua como grifo, que ni la interfiere ni la contamina, ésta se expresa a sí misma, en sí misma, por sí misma.
No hay quien escriba ni lo escrito puesto que todo es Conciencia sin más.
Es por eso que comentamos, acotamos, expresamos, corregimos y así exponemos la importancia "personal" olvidando la pureza única, sin dos, del Agua que todo lo ES. Trampa burda que se vuelve sutil en grado directamente proporcional a la importancia que sintamos como objeto que contiene el agua.
¿Quién comenta, quién quiere a toda costa tener eso que se llama a sí misma "razón"? Si escribe el personaje el agua siempre estará contaminada. Por eso, la Verdad, la Fuente, Dios, lo Absoluto, son sólo conceptos usados para comunicarnos en esta manifestacion, y cuando los utilizamos como armas arrojadizas en pos de la demostración de lo sabios que somos y lo equivocados que están los demás, se convierten en simples remedos de un yo ilusorio e ilusionado, empeñado en destacar a costa de la propia Verdad.
¿Es eso un romance con el Conocimiento?
Se trata, más bien, de un romance consigo mismo, con el "yo" que prevalece por encima del "tú", olvidándose del "nosotros" que, como única realidad, auténtica nada, constituye la verdadera esencia.
La Fuente es una, sin dos, y aunque varíen las palabras y estilos a la hora de expresarse, siempre se reconoce por su perfume indiviso, único más allá de las palabras empleadas para expresarla.
Sólo se puede compartir en un intento de agradecer aquello que no necesita de agradecimiento alguno, de nadie, en absoluto, pues siéndolo todo ¿Qué puede necesitar?
Creerse un cubo de hielo es una ilusión que acabará derritiéndose ante el calor del Sol de la verdad.
Se Agua, olvida tu vaso.