El propósito de la Espiritualidad es que te conozcas a ti mismo en un Sentido Real, para borrar la Ilusión y disolver todo el conocimiento basado en el cuerpo. Ahora mismo, te conoces sólo como la forma corporal.
Esta no es tu identidad.
Tu Presencia Espontánea es Silenciosa, Invisible, Anónima, Identidad No Identificada.
Ramakant Maharaj
Nos conocemos o creemos conocernos cuando en realidad sólo sabemos ver un cúmulo de costumbres, reacciones, hábitos y formas de actuar que convenimos en denominar personalidad. Un patrón de conducta-pensamiento que se fuerza de repetirse durante muchos años se ha convertido en lo que somos.
Y establecemos diferencias entre esas personalidades, mejores, peores, amables, injustas, porque diferenciar es separar y esa es la marca y señal, el sello distintivo, de esta manifestación corporal que además cree pensar y, por tanto, dominar.
¿Has probado alguna vez atar un elefante con hilo de coser?
Exactamente la misma eficacia, la misma posibilidad de ser verdad, tiene la suposición de que somos entes separados y diferenciados por el cuerpo y la mente que lo cabalga y habita.
Podremos emplear miles de palabras, repetir argumentos y frases hasta la saciedad y jamás te convencerás de esta realidad porque precisamente esa habitante no lo va a permitir.
Ahora bien, si en esos momentos de lucidez que te acontecen de vez en cuando te interrogases al respecto, si probases la solidez de tales argumentos, puedo asegurarte que tú percepción cambiaría, independientemente de que luego, pasado el impacto de tal descubrimiento, reconocimiento, volvieses a la falsa comodidad de tu rutina de siempre pobre vida.
Da igual, el efecto ya se produjo y la semilla ya se sembró, no por nadie que tenga el poder o la Gracia y Autoridad de concederlo en base a unos supuestos merecimientos, sino porque tu ERES ESO.
Nadie discute la salida del sol cada mañana, aunque en realidad no salga de ningún lado, ni el cielo que sobre nuestras cabezas enciende de puro azul el techo de la vida. Es así, sin discusión ni crítica.
La costumbre pesa pero no determina. No eres el cuerpo, jamás lo has sido ni tampoco seguirás siéndolo. Pero no creas mis palabras sino que mejor compruébalas resistiendo el empuje que intentará evitar que te sientes a indagar sobre esta Verdad.
Más temprano que tarde todos estamos destinados a comprobarlo, recordarlo, reconocerlo, porque nada puede impedir que una ola difiera del mar del que emerge puntualmente.
¿Quieres desplegar tus alas bajo el peso de la tierra de pensamientos que te oscurecen cada dia? Genial, hazlo, no seré quién te lo impida.
Pero jamas olvides la majestuosidad del propio Aire, que sopla donde quiere pues sabe que todo es lo mismo, sin diferencias más allá de atisbos de miradas superficiales que jamás verán más acá, donde todo ya ES.
Se feliz sin esperar a que nadie más que tú reconozca la felicidad que ya eres.
Conócete y todo lo demás te será dado por añadidura.
Ser ola está genial.
Saber que se es mar.....
Bendiciones!