Sentado en la mañana, cuando el Sol comienza sus caricias a todo lo vivo, escribo, pinto, compongo y rimo.
Mi Obra a veces se expone en la Sala del Mundo, como tributo al Autor de todos mis actos, pero su lugar ni está en este mundo.
Fuera, tiene nombre y forma.
Dentro, carece de ambos, pues lo inexpresable no los necesita.
Fuera sufre criticas, desprecios, engaños y algún que otro halago.
Dentro, solo Es, ajena por completo a todo ello.
Conociendo las críticas, desprecios, engaños y algún que otro halago, pago el tributo a gusto, pues lo ilusorio, cuando es visto, pierde todo su poder, venga de quien venga, sea como sea.
La Causa y el Efecto actúan independientemente tanto de los deseos, fruto siempre de carencias irreales, como de las quejas y sufrires, capas plúmbeas que recubren el verdadero Oro.
Mi Alquimia no tiene principio ni fin y, así sentado, las montañas crecen y la hierba ofrece su manto a quien reconozca en ella el asiento de Reyes.
Sentado en la mañana, cuando el Sol comienza sus caricias a todo lo vivo, escribo, pinto, compongo y rimo.
Y nada de ello es hecho por ningún mi.
Doshi
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