SACRIFICIO

 

Cada texto inspirado es como cada rama del árbol que emerge del tronco para alcanzar el cielo y rendirle su tributo mediante el fruto vivo de su semilla sacrificada.

En realidad da igual el autor, pues hablan lo mismo, desde el mismo lugar, vacio de contenido y continente, espacio puro donde todo escrito está ya.
 
Pues ¿qué autor puede haber salvo la Vida simplemente siendo? 
 
¿Quién es el autor de cada rama y del tronco del que emanan?
 
Creerse hacedores de algo supone desconocer las leyes de la Naturaleza, sustituyéndolas por las propias en aras de mantener el estatus al que se cree tener derecho.
 
Si un árbol actuase así, pensando en si es mejor o peor que el otro, diversificando su atención, comparando, dividiendo, separando ¿acaso existiría el bosque?
 
Recuerda que la semilla, para poder dar fruto, debe pudrirse, ennegrecerse y, en cierto modo, desaparecer.
 
La inspiración, el fruto de cada rama, ya existe y Es.
 
Sólo necesita que la semilla ennegrezca.
 
¿Quién está dispuesto a tal sacrificio?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta con total sinceridad e interés. La Libertad no necesita de halagos.