¿A donde quieres ir?
Abrazando un impulso irrefrenable que dormitaba en lo más profundo de ti, en esa zona sin tierra donde plantar raíces ni cielo que copa de árbol pueda alcanzar, te empeñaste en comenzar una búsqueda hacia no se sabe qué lugar, acontecimiento, experiencia, destino o estación.
El viaje ha sido largo y duro, alegre a veces, pleno de pesadumbre y sufrimiento agotadores otras, pero siempre constante, a pesar de los aparentes parones que en los apeaderos del agotamiento y la desesperanza hiciste durante el trayecto.
¿A donde querías ir?
Nadie emprende un viaje infinito para poder ver la pinta de la nariz.
Nadie se desplaza por la senda del destierro para conocer el Hogar desee el que quiere partir, puerto que ya reside en él.
Nadie hay, en definitiva, que pueda siquiera viajar.
Te diré algo: Tú viaje ha sido y es innecesario puesto que aquello que buscabas con tanto empeño y dedicación eras tú, pero no ese "tú" viajero, cargado con alforjas de necesidad y carencia mutuamente reteoalimentadas, no, sino ese TU qué no conoce de "tu" ni de "yo" como el aire no conoce de agradable o molesto, de brisa o viento, como el sol no sabe diferenciar entre la intensidad de sus rayos o la temperatura de los mismos.
El sueño se sueña solo para darse cuenta del despertar, ese que tampoco sucede porque en realidad nadie durmió, sino que en cierto momento se olvidó la grandeza que era, es y será, cambiándola por la pequeñez del mar metido a la fuerza en un vaso de agua.
¿A donde querrás ir ahora?
¿A ti?
Ya eres "ti", sin diferenciaciones extrañas ni comparaciones expúreas.
La dificultad, el esfuerzo, la necesidad del viaje, son sólo pobres recursos de la asimismo pobre y limitada marea mental que, en su ignorancia, cree saber dónde está el mar cuando jamás apartó la mirada del ombligo de la onda del vaso donde pensaba se contenía.
Cuando ves el vaso, el agua y el espacio donde "están", todo se derrumba como el espejismo de la arena estéril en un desierto pleno de oasis fértiles.
¿Quieres seguir viajando?
Perfecto, hazlo, pero jamas olvides la ilusión del viaje ni de quien lo realiza....
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