No se lo que soy. Creyendo durante casi toda una vida que este cuerpo y sus pensamientos eran lo que el nombre que me fue dado representaba, sufrí navegando un mar en el que me sentía completamente incómodo, desubicado, fuera de lugar.
La mente, ese interminable flujo de pensamientos, solo intenta perpetuarse a sí misma y en cuanto se le echa la mirada encima, se acobarda y retrocede, aumentando primeramente su fluir letal para, inmediatamente despues, esconderse bajo miriadas de inútiles pensamientos que en ese momento comienzan a verse como lo que son: representaciones de personajes en una obra de infinito teatro.
No se lo que soy, es cierto, pero si se perfectamente lo que NO SOY.
No soy este cuerpo con sus cambios, esos pensamientos con su agotadora forma de intentar perpetuarse, movimiento tras movimiento, variación tras variación, en una procesión interminable de algo que no tuvo origen ni tendrá fin.
No soy todo aquello que se mueve, que cambia, que es perfectamente definible, poerque lo que se puede conceptualizar es un objeto y, por tanto, algo perecedero, finito, cuya existencia efimera desaparecerá mas temprano que tarde.
No soy ni siquiera uno de los átomos que componen el cuerpo, no soy el grano de arena que contiene el Todo, ni un planeta de tamaño infinitesimal comparado con el de la mas pequeña galaxia. No soy todo aquello que puedo conceptualizar, incluidas las ideas que sobre "mi" y los "otros" surgen cada mañana.
No soy ni puedo ser todo aquello que puedo ver y por tanto no soy el que ve ni tampoco el que "ve al que ve" puesto que ambos se sitúan en el mismo oceano infinito, eterno, inamovible, siempre el mismo, donde el mar de la existencia ocurre, sucede, acontece, ES.
Saber lo que no se es resulta de suma importancia en este caminar oscilante, porque permite ir eliminando las barreras, las murallas artificiales y artificiosas construidas en torno a esos tres añitos, hasta donde todo estaba bien, todo simplemente era, sin mas ni menos.
Saber lo que no se es permite quitar las capas de la cebolla con lagrimas de felicidad en lugar de sufrimiento, despejar el cielo de nubes, realilzar el santo matrimonio entre Cielo y Tierra, la sagrada Boda donde ambos novios se dan cuenta que jamas fueron otra cosa mas que lo que ES, sin separación alguna.
Dedica cada dia un momento a darte cuenta de lo que no eres, abandonando ese estraño y ajeno habito de buscar lo que crees ser, la confirmación en todo de la idea previamente concebida sobre lo que eres o "debes ser", todo ello fruto del sueño y de quien gusta de mantenerlo y mantenerte por toda la eternidad.
Insiste a pesar de viento y marea, de nubes y tormentas.
Persiste a pesar de "ti" .
El fracaso no podrá tener lugar pues el éxito ya está garantizado de antemano.
Bendiciones.
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