El agua es un elemento fundamental para la vida: puedes estar bastante tiempo sin comer pero muchisimo menos sin beber. Los procesos que realiza son imprescindibles para que este cuerpo siga siendo el receptáculo de la Presencia que todo lo Anima.
Tradicionalmente se ha venido considerando el Agua como reflejo de las emociones: mar calmo, tranquilidad, arroyo turbulento, emociones "negativas" como la ira o la tristeza. Pero las emociones surgen como un subproducto de los pensamientos y éstos, como se puede comprobar indagando un poco, no son "nosotros".
Los vapores emergen siempre que el agua se quema a suficiente
temperatura. Asi ocurre con los pensamientos cuando se someten al fuego
de las emociones descontroladas. Saber el ciclo natural del agua ayuda
pues, conociéndolo bien, la tranquilidad nos acompañará al comprobar cómo
el agua se evapora y después vuelve a condensarse en lluvia
fertilizadora y refrescante.
No pretendas dejar de tener
pensamientos, pues es imposible desprenderse de ellos. Sólo acompáñalos
con tu observación, permitiéndoles vivir su vida, que no es la tuya, y
completar su ciclo vital.
Asi las tormentas se convierten en
lloviznas, los huracanes en brisas suaves y Tu en el Cielo que jamás se
preocupa de saber si es azul claro o azul oscuro, sino que simplemente
sigue siendo puro Cielo.
El Agua es imprescindible para la Vida.
Los pensamientos no.
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