RESPIRA

La luna, el sol, las estrellas, los vientos, la tierra, influyen pero no determinan. Y lo hacen sobre el personaje que asi lo considera y gusta de vivirlo, porque, de esa forma, elude la responsabilidad sobre lo que Es, el esfuerzo, la devoción, abrazando a cambio la comodidad y la zona de confort donde aparenta saber moverse mejor.

Pero la Vida es Una, inmutable, inagotable, eternamente viva y, por tanto, su paciencia es infinita como el espacio, si pudiese saber qué es la paciencia, porque no hay conceptos ni objetos en lo que está más allá de los mismos.

Por Ello el Mar jamás puede ser la Ola aunque la ola crea que es el mar, pues lo perecedero sólo puede dar perennidad nunca aquello que buscas, a veces desesperadamente, mediante algo que nunca durará.

Abrazar la eternidad supone comprobar que la mentira que se te ha dicho y dice constantemente, fuera y sobre todo dentro de ti, no se sostiene; es analizar, sentarse tranquilamente y atestiguar lo que ahí parece ocurrir, es volverse detective de uno mismo.

Comprobar que jamas fuiste, eres ni serás ese cuerpo y ese bombardeo constante de pensamientos que denominamos mente, pues todo aquello que puedes observar, contemplar, conceptuar, está lejos de acercarse a la Presencia y Consciencia de Ser.

Acepta la mano que desde siempre se te ofrece y nunca te fallará pues es la tuya. Abandona las excusas y si así lo sientes, dedicate a tu devoción verdadera con la misma  intensidad con que quien ahogándose busca el aire desesperadamente como si no hubiese otra cosa mas.

Realmente no la hay.....